8.10.09

En realidad, sí, es como un cuento.

Hace mucho tiempo (o quizás no tanto); en un reino muy, muy lejano (o tal vez no mucho), existió esta chica. No era una princesa, ni una bruja, ni la hermanastra, no sobresalía mucho, ni tenía algún don especial (en realidad el cuento es bastante fome, pero a mí me gusta mucho). El nombre de esta chica no es importante, sino el que sólo quisiera que la quisieran y ser feliz. Pero, ¿cómo conseguir eso? Nunca podía estar segura de que las cosas fueran reales ni que duraran, cosa que le importaba mucho, pues no quería salir lastimada; odiaba sentirse débil.

Las oportunidades llegaron, pero ella no las supo (o quiso) aceptar, pues no creyó que fueran a durar o fuesen en serio… Entonces sucedió. Lo conoció a él (¡qué chico más atractivo, amoroso y simpático, por dios!).

Quizás al comienzo el chico este no le llamaba la atención, pero al conocerlo se dio cuenta de que iba a marcar su vida de una forma u otra. Comenzó a sentir cosas por él e intentó acercarse. Su plan le resultó y consiguió tener una especie de aventurilla con el muchacho. Esto le pareció increíble, pues él le gustaba mucho; todo era simplemente magnífico (pero por desgracia, todo lo que sube, tiene que bajar…, o algo así).

Un día, sin embargo, todo acabó de golpe. Él dejó de hablarle y se alejó súbitamente de su lado, sin previo aviso; esto no era obra ni de un hechizo, ni de un gemelo malvado, ni nada extraño, sino que él sentía cosas por otra (la chica se sintió desfallecer al darse cuenta de que el muchacho nunca se interesó realmente en ella, pero en realidad el golpe no le afectó mucho en el momento; más tarde le pasaría la cuenta). Obviamente no quería dejar que él se fuera, pero lo entendió y no insistió.

Pasó el tiempo y después de este, volvieron a hablar. Ella aún no lo olvidaba, pero no quería que él supiera de esto, pues el muchacho podía alejarse nuevamente. Ahora, debido al tiempo, había una diferencia: la chica sentía como si él fuese una persona completamente diferente, como si hubiese cambiado.

Finalmente se hicieron amigos; él comenzó una historia con otra chica, una nueva, y ella de a poquito, comenzó a olvidarle. Al poco tiempo, esto acabó, pero ella ya se había hecho a la idea de que nunca volvería a ocurrir algo; prefería ser su amiga y continuar olvidándole, a perderle nuevamente. Entonces un día (un muuy extraño día, en que los planetas se alinearon y la tierra y las aguas se estremecieron), todo comenzó de nuevo, pero de una manera diferente.

Ahora el chico la quiere tanto como ella a él, pero ella aún no consigue olvidar lo que ocurrió antes y sigue con un miedo casi titánico a perderlo y sin creerle lo que siente. La chica quiere creer que de a poco su mentalidad cambiará, le creerá por completo y podrán ser finalmente felices; no para siempre como en los cuentos, pues eso vendría a ser una invención y lo que siente es muy real (aunque si fuese por ella, así sería). Él a diario intenta convencerla de que ahora sí que sí, que la ama y no quiere que acabe lo suyo, que no la dejará ir; quiere ganarse su confianza nuevamente.

En realidad, yo creo que el chico ya lo está consiguiendo…